Hoy vamos a comentar uno de nuestros casos de éxito, del que os dejamos copia de la sentencia para aquellos a los que os pueda servir de utilidad. En este caso, nuestro cliente fue incluido como avalista de un contrato de arrendamiento sin su consentimiento, y sin que fuera consciente de ello hasta que le llegó la demanda por la cual la arrendadora le solicitaba que se hiciera cargo de las cantidades adeudadas por la arrendataria.
En el acto del juicio quedó acreditado que ninguna de las firmas que aparecían estampadas en el contrato pertenecía a nuestro cliente. También, que sus datos fueron facilitados por la arrendataria sin su consentimiento, fruto de la necesidad de encontrar una vivienda en la que residir.
Por su parte, la arrendadora no pudo demostrar que en ningún momento se reuniera con mi cliente para que éste manifestara su voluntad de responder por el contrato ni que llevara a cabo la más mínima actuación de comprobación de dicho extremo.
Por todo ello, la juez entendió que, ante la ausencia de consentimiento expreso o tácito por parte de nuestro cliente, el mismo no debería verse obligado a responder del mismo. En virtud del artículo 1.257 del Código Civil «los contratos sólo producen efecto entre las partes que lo otorgan y sus herederos» y, en este caso, mi cliente no otorgó contrato alguno.
Si tienes cualquier problema derivado de un contrato de arrendamiento, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para que podamos asesorarte.
Puedes consultar la sentencia íntegra a través de este enlace.