Una de las preguntas que más me hacen mis clientes cuando estamos en el Juzgado es que por qué los abogados nos ponemos toga para entrar en sala y si es obligatorio.
Cuando nos ven aparecer a los abogados con esta indumentaria consistente en una especie de capa negra con vuelo, es muy frecuente que, si es la primera vez que el cliente acude a un juicio, nos pregunte acerca de este hecho y de su obligatoriedad.
La respuesta es que sí, que llevar toga es obligatorio para todos los profesionales que actuamos en el acto de impartir justicia, esto es, para los Jueces, los fiscales, los procuradores y los abogados.
La única diferencia entre las togas de estos cuatro profesionales es que, las de Jueces y fiscales llevan las “puñetas”, una especie de bordado blanco en las mangas, mientras que las de abogados y procuradores no lo llevan.
Es frecuente que las togas de abogados y procuradores lleven una especie de distintivo en la parte delantera, que pertenezca al Colegio de Abogados o Procuradores del lugar donde estamos actuando, ya que, con frecuencia, los profesionales tomamos prestadas las togas de los Colegios de Abogados que se encuentran en cada Juzgado.
Una cuestión de imagen
La razón por la cual nos ponemos la toga es principalmente la de dar solemnidad y respeto al acto de impartir Justicia.
Esta tradición se remonta a tiempos muy remotos, ya que, ya en la época de la antigua Roma, las personas con cargos públicos vestían toga, aunque solía ser de color blanco.
En España, el rey Felipe II, uniformó a todas las personas con cargo público, y en la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1870 ya apareció por primera vez la obligación de los profesionales de Justicia de vestir toga.
Así pues, es una tradición muy instaurada en nuestro sistema judicial, que se mantiene hasta nuestros días y que sirve para dotar de solemnidad y respeto al acto de impartir Justicia.